“Las mujeres nunca descubren nada; les falta, desde luego, el talento creador, reservado por Dios para inteligencias varoniles; nosotras no podemos hacer nada más que interpretar, mejor o peor, lo que los hombres nos dan hecho”. (Pilar Primo de Rivera - 1942)
Inmersas en el deber patrio encomendado para mayor gloria del Régimen, doña Pilar Primo de Rivera, al frente de un ejército de voluntariosas mujeres que sacrificaban su desarrollo personal, familiar y profesional (incluso con la ausencia de varones para evitar distracciones del objetivo fundamental) se aplicaron intensamente en la ardua y sacrificada labor encomendada.
Bajo la advocación de Santa Teresa de Jesús, la columna vertebral de la organización se estructura bajo estos diez mandamientos:
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Asistenciales en la Cruzada Nacional.
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Católicas, Apostólicas y Patriotas.
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Muñecas vestidas de azul español adecuadamente adoctrinadas.
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Madres del amor hermoso.
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Protectoras de la salud.
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Educadoras de la formación física.
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Encantadoras y Bellas.
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Formadoras prematrimoniales.
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Activas agropecuarias.
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Mujer de su casa.
Servicio de documentación, archivo y bibliotecas de E.B. Hombre de Palo.